Según Wikipedia, “una fábrica de software es una empresa de la industria del software cuya misión es el desarrollo de software para sus clientes de acuerdo a los requisitos específicos que aquel le solicita.”
Este desarrollo, no implica necesariamente que lo que se le entregue al cliente sea el producto final, si no que el entregable resultante puede consistir en la producción de partes o componentes de software específico, que posteriormente son ensamblados y en su conjunto conforman la solución o aplicación completa.
Veamos un ejemplo comparándolo con una empresa de Consultoría de Sistemas: estas se centran en cubrir todo el Ciclo de Vida del Software, desde la toma de requerimientos, el diseño funcional, su construcción y la verificación del resultado final acorde a las necesidades del cliente. Mientras que la Fábrica de Software inicia su tarea a partir de un diseño funcional ya proporcionado por el cliente.
¿Por que se define una Software Factory?
A pesar de no necesitar estar presente en todas las fases del proyecto, la fábrica de software debe seguir cumpliendo el ciclo de vida del desarrollo del software que le ha sido asignado, por lo que ha de contemplar todas sus fases:
- análisis,
- diseño,
- desarrollo,
- testeo,
- implementación
- y mantenimiento
Por tanto, una Software Factory a de contar con los recursos y capacidades que le permitan controlar todas las etapas de una forma eficiente:
- Recursos humanos altamente cualificados para el desarrollo de software en diferentes lenguajes y entornos.
- Especialización en la gestión de los procesos del proyecto.
- Ejecución de forma rápida y eficaz a las exigencias del cliente.
- Flexibilidad respecto a la ubicación geográfica de la factoría.
- Protección y confidencialidad con los datos sensibles del proyecto.
- Trabajo focalizado en conseguir la mayor calidad del software, con métodos de automatización en los procesos de desarrollo que así lo permitan.
Precisamente es este último punto el que define en esencia la capacidad de productividad, y por tanto, rentabilidad entre unas Software Factories y el resto, ya que muchas actividades del desarrollo de aplicaciones se pueden simplificar y automatizar con metodologías adaptables que permitan reducir el tiempo de lanzamiento del producto final. La automatización reduce el margen de error y por tanto, asegura modelos de desarrollo que se ajusten a los estándares de calidad requeridos, libera recursos y aumenta la velocidad de respuesta en caso de variaciones.
Ventajas de trabajar con una Software Factory
Ya hemos visto en los puntos anteriores en que consiste una Fábrica de Software, pero ¿qué ventajas como cliente o cuando debo contratar sus servicios?
Existen numerosos factores o situaciones que pueden hacer que su contratación sea la mejor opción derivar ciertas fases de un proyecto para que este sea rentable.
Por ejemplo, imaginemos que ya contamos en nuestra compañía con un equipo de IT y tenemos que tomar esta decisión. Preguntémonos antes de nada si este equipo cuenta con la especialización necesaria para su desarrollo, si no tenemos una respuesta afirmativa de una forma contundente, tal vez sea mejor contratar estos servicios y asegurarnos un resultado optimo y en tiempos.
Ahora supongamos que nuestro equipo tiene las capacidades suficientes para su desarrollo. En ese caso, deberíamos reflexionar si estamos dispuestos a asumir que una vez la solución este en funcionamiento, su tiempo ira dedicado al mantenimiento y atención de incidencias que puedan surgir o incluso realizar nuevas contrataciones para poder cubrir estas nuevas necesidades.
Ante toda esta situación incierta a la que nos podemos enfrentar, la solución pasa por contar con los servicios de un proveedor de Software Factory que asuma todas estas tareas y por tanto, permitiría un mayor control en la escalabilidad de recursos y gastos asociados, pudiendo ofrecer un servicio completo a los usuarios de la aplicación, usuarios tanto internos como externos.