Blockchain es una tecnología de base de datos descentralizada y distribuida en nodos de redes privadas, públicas o híbridas.
Permite registrar transacciones y procesos, comprobables de manera segura por el propio sistema sin la necesidad de verificación por parte de intermediarios o una autoridad externa.
De cara a elegir la más adecuada, para una prueba de concepto y una posterior puesta en producción de un proyecto, se recomienda entre otras cuestiones evaluar por ejemplo si cuenta con madurez y experiencia demostrable en soluciones reales, si ofrece comodidad para los desarrolladores, si es una red permisionada y se pueden personalizar roles de los nodos, el tiempo necesario para la confirmación en las transacciones, si hay privacidad entre nodos o incluso si permite Smart Contracts para asegurar hacer cumplir y ejecutar acuerdos registrados entre dos o más partes.
Algunas soluciones de tecnologías blockchain que podemos encontrar actualmente son:
Ethereum
Fue el primer blockchain público que permitió la programación de Smart Contracts.
Monax/Hyperledger Burrow
Red basada en Ethereum orientada a la empresa, facilita la creación de una red privada.
Quorum
Red blockchain privada a partir del código de Ethereum, desarrollado por JP Morgan y open source. Permite realizar transacciones entre los participantes.
Hyperledger Fabric
Consorcio de la fundación Linux. Apoya diferentes implementaciones, la más conocida es Fabric que está siendo desarrollada por IBM.
Corda
Forma parte del convenio R3. Está creada principalmente para permitir comunicaciones y acuerdos seguros para bancos, entidades financieras, gestoras de activos, fondos, etc, …
A día de hoy, la banca custodia nuestros depósitos de dinero y supervisa nuestras transacciones en base a una confianza centralizada que hemos depositado en ellos.
En el caso de que queramos realizar una transferencia o remesa, lo hacemos bajo la normativa de la Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication más conocida por SWIFT, que es la plataforma que gestiona la mayoría de las transferencias financieras a nivel mundial.
Por otra parte, si tenemos la necesidad de hacer una orden de domiciliación o mandato mediante el cual el deudor (pagador) autoriza al acreedor (beneficiario) a realizar en una cuenta de su titularidad cobros, tendremos que hacer un adeudo domiciliado SEPA (Single Euro Payments Area).
En ambos casos se trabaja bajo el amparo del protocolo regulatorio bancario que además de estar fuera de nuestro control, supone unos costes tanto para la entidad como para el cliente y además por lo general no es inmediato.
Esto puede representar una amenaza o una gran oportunidad que podría permitir a los bancos seguir siendo relevantes, pero para que esto sea posible tienen que encontrar una fórmula en la que beneficiarse de la tecnología blockchain y a la vez puedan aportar valor al cliente, en este sentido algunos bancos están explorando la tecnología de manera individual construyendo sus propias soluciones internas, desarrollan alianzas como la Utility Settlement Coin (USC), se asocian con fintech y la gran mayoría no deja pasar la oportunidad de formar parte de consorcios como R3 o Alastria para realizar pruebas de concepto de manera ágil y segura en las redes de test.
De manera muy resumida, esto son algunos beneficios de blockchain para la banca y el cliente:
Salvar ineficiencias
Localizadas fundamentalmente en ciertos procesos internos para agilizar la gestión de activos evitando el papeleo reinante en la mayoría de entidades.
Realizar transferencias bancarias transfronterizas
La reducción de los tiempos pasando de días a segundos, transparencia sobre los costes asociados al proceso y conocer en todo momento el estado del pago.
Contratos inteligentes
Elimina la burocracia que hay detrás de estas operaciones permitiendo actualizar los datos en tiempo real, reducir costes de intermediarios y acelerar las transacciones.
Identidad Digital
Asegurar la privacidad, mantener la uniformidad de los atributos que compartimos en diferentes plataformas y poder asegurar que somos quien decimos ser.
En resumen, aunque se encuentra en una fase incipiente y necesita un marco normativo adecuado que regule su utilización, todo apunta a que en un futuro próximo se podrán ofrecer soluciones y servicios en base a la tecnología blockchain que hasta hace muy poco no eran posibles para el sector banca, por ejemplo: préstamos, transacciones de pago y compensaciones o liquidaciones transfronterizas.